🌳 ¿Cómo se hace un inventario forestal para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá?
- dougdavc
- 10 jul
- 4 Min. de lectura
Si alguna vez has tenido que tramitar un permiso de tala o trasplante ante el Área Metropolitana, sabrás que uno de los primeros pasos —y tal vez uno de los más cruciales— es el inventario forestal.
Aunque suene técnico, el inventario forestal no es otra cosa que un censo completo de todos los árboles y especies afines que se encuentran dentro de un predio. Pero ojo: no es cualquier lista. Tiene que cumplir con lineamientos muy precisos establecidos por la Autoridad Ambiental, en este caso, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
En este artículo te contaré lo esencial para entender qué implica hacer este inventario, qué debes tener en cuenta desde el arranque y cómo evitar errores comunes que pueden hacerte perder tiempo y dinero.
🌿 ¿Qué es exactamente un inventario forestal?
Un inventario forestal urbano —como lo exige el AMVA— es un levantamiento técnico que documenta todos los individuos arbóreos presentes en el lote donde se planea ejecutar una intervención. La clave está en que es un censo, no un muestreo. Es decir, deben reportarse absolutamente todos los árboles, palmas, bambúes, y arbustos de más de 3 metros, estén vivos, muertos en pie, volcados, o en mal estado.
Este inventario incluye:

Identificación numérica (que coincida con la marcación en campo)
Especie
Coordenadas precisas en WGS84
Medidas: diámetro, altura, volumen
Tipo de intervención (tala, poda, trasplante o conservación)
Estado del individuo
Interferencia con el proyecto
Observaciones relevantes
Valoración económica
AIEV (Aptitud del Individuo en el Espacio Verde)
📌 Todo esto se diligencia en un formato específico que puedes descargar desde la página del Área Metropolitana. Además, tiene una vigencia de máximo 6 meses.
🌴 ¿Y qué especies debo incluir?
Aquí es donde muchos se confunden. Mucha gente piensa que solo se deben incluir los árboles grandes o los que parecen "forestales". Pero la norma dice otra cosa.
Según la Resolución Metropolitana N° D 915 de 2017, el inventario debe incluir también:
Todas las palmas (Orden Arecales)
Yucas y dracaenas (Asparagaceae)
Ravenalas (Strelitziaceae)
Arbustos de más de 3 metros (de cualquier familia)
Bambúes y guaduas, siempre que estén dentro del área de intervención
Y no, no importa si las sembraste como decoración o si crees que “eso es puro jardín”. Si entran dentro de estas categorías, deben inventariarse. Así de claro.

📍 El plano: más que un requisito, una herramienta clave
La norma también exige un plano físico y digital que ubique el 100% de los individuos. Cada árbol debe estar numerado y marcado según su tipo de intervención (con símbolos o colores convencionales).
Este plano ayuda a que tanto tú como la autoridad tengan una visión clara del arbolado, sus interferencias y su relación con el proyecto. En muchos casos, este documento ha sido clave para definir si un permiso procede o no.
⚠️ ¡Ojo con los árboles muertos!

Una pregunta frecuente que me hacen es: “¿Tengo que incluir un árbol que ya está muerto en pie?” La respuesta es sí.
Aunque estén secos, los árboles muertos prestan servicios ecosistémicos valiosos: son hábitat para aves, insectos y hongos. Y el Área Metropolitana lo tiene claro. Por eso también deben estar en el inventario.
Lo mismo aplica para individuos volcados que sigan en el lote.
🧠 El AIEV: ese gran desconocido
Uno de los campos más ignorados o mal interpretados del inventario forestal es la Aptitud del Individuo en el Espacio Verde (AIEV). No se trata de si el árbol está sano o enfermo, sino de qué tan adecuado es el sitio en el que crece.
Por ejemplo, puedes tener un árbol con raíces deformadas y ramas quebradas, pero si está en un parque grande con espacio suficiente, puede tener una AIEV “óptima”. En cambio, un árbol sano que crece en un alcorque diminuto, levantando el andén, puede tener una AIEV “inadecuada”.
Esta calificación es clave, porque influye en el cálculo de la Unidad de Valor Ecológico (UVE), que determina el valor económico del árbol ante una posible intervención.
📸 Documentar bien: una inversión que se nota
Recuerda que el inventario es como una fotografía del estado actual del arbolado, y este estado puede cambiar con el tiempo. Por eso, hacer un buen registro fotográfico y dejar observaciones claras es vital. No basta con decir “el árbol está en mal estado”; mejor anotar si hay signos de plagas, pudrición, ramas fracturadas, levantamiento de raíces, etc.
Esto puede ahorrarte muchas explicaciones en etapas posteriores del trámite.
📌 Las fotografías no son un insumo obligatorio solicitado por la autoridad ambiental, pero sí que son útiles.
📎 ¿Dónde leer la norma completa?
Te recomiendo revisar la guía principal sobre permisos de tala, poda y trasplante que tenemos en Forestal Douglas. Allí te explicamos en detalle el marco legal completo que rige este proceso:
✍️ En resumen…
Hacer un inventario forestal no es simplemente salir con una libreta a contar árboles. Implica técnica, criterio, comprensión normativa y visión ecosistémica. En Forestal Douglas, creemos que un buen inventario no solo sirve para cumplir con un trámite, sino para reconocer y proteger el valor ecológico de nuestro entorno urbano.
Y si quieres saber cuáles son los errores más comunes (y cómo evitarlos), en breve te compartiré una publicación dedicada solo a eso. 👀
¿Tienes dudas sobre cómo hacer tu inventario forestal o necesitas acompañamiento profesional para presentar el trámite? Escríbeme y ponte en contac
to. Aquí estamos para ayudarte.












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